El puerto de Miravete en la N-V. Segunda parte


Reportaje fotográfico

En las siguientes partes de la publicación ofrecemos a nuestros lectores, como en otras ocasiones, un recorrido fotográfico por la antigua N-V. Se trata de un conjunto de fotografías tomadas a lo largo de la década pasada, que ahora, organizadas nos permiten mostrar una visión completa de los distintos elementos patrimoniales que podemos encontrar a lo largo del recorrido. No obstante, en otros blogs amigos, como Las carreteras de Extremadura o Carreteras Abandonadas ya habían abordado con anterioridad algunas partes de este tramo.


De Almaraz al río Tajo

Nuestro viaje comienza en el enlace situado en el punto kilométrico 192 de la autovía del Suroeste, que entronca con la carretera que va hacia Belvis de Monroy. En este punto comenzaba el tramo Almaraz-Jaraicejo inaugurado en 1995, como vimos en una publicación anterior. 

En una de las rotondas podemos encontrar a modo ornamental un antiguo hito kilométrico según la Instrucción de carreteras de 1939, muy habituales en su momento, aunque actualmente es el único que hemos encontrado en este tramo:

Más adelante llegamos a la población de Almaraz, que aún tiene bastante actividad debido a la cercanía con la central nuclear, además de que está señalizada desde la autovía como área de servicios. El aspecto de la carretera a su paso por la localidad es consecuencia de las actuaciones correspondientes al programa REDIA y sus posteriores mejoras llevadas a cabo a finales de los 80:


Precisamente en la bifurcación entre la variante de población construida en los años 40 y el trazado de la travesía antigua podemos encontrar una antigua casilla de peones camineros, actualmente habilitada como vivienda particular:


Dejando atrás Almaraz, la carretera va descendiendo con pendientes pronunciadas hasta encontrarse con el río Tajo:



De los antiguos negocios que nacieron y crecieron alrededor de la carretera hoy tan solo queda el recuerdo. Las viejas edificaciones, algunas de ellas históricas, resisten a desaparecer pese a su progresivo deterioro, acentuado por actos vandálicos:




El aspecto que presentaba este quiosco en 2013 era algo más digno:


Aquí nos encontramos ante el punto kilométrico 200:



También nos toca recordar fotográficamente uno de los aspectos históricos más recientes de la carretera, su cambio de denominación:


En los últimos metros antes de llegar al puente de Albalat encontramos a nuestra derecha los restos del antiguo trazado de la carretera. Se trata de un antiguo tramo suprimido como consecuencia de las actuaciones del REDIA, que supuso una mejora del trazado en los accesos al puente:



La antigua carretera cuenta en su parte exterior con unos pequeños muros de sostenimiento coronados con malecones, popularmente conocidos como "quitamiedos", que en su momento evitaban las posibles salidas de la vía:



Aquí podemos ver la antigua carretera sepultada con material de escombro, probablemente proveniente de actuaciones llevadas a cabo con posterioridad:


La antigua carretera tenía un trazado con parámetros geométricos muy estrictos. Los accesos al puente se resolvían originalmente con curvas en ángulo recto:


Actualmente los accesos al mismo se resuelven con un trazado menos accidentado y con curvas de mayor radio. Ello supuso la excavación de dos importantes desmontes:


Pese a todo, la conflictividad de este punto nunca se llegaron a resolver, ya que las trincheras dejaban poca visibilidad, y la plataforma del puente no se llegó a ensanchar:



Como se puede apreciar, en los extremos del puente los pretiles están reconstruidos de forma somera, empleando bloques de hormigón en sustitución de las antiguas piezas de sillería que fueron desapareciendo con las colisiones que tenían lugar en este punto:



El puente de Albalat ha llegado a nuestros días con pocas variaciones en su fisonomía, pese a su importante reconstrucción ejecutada en el siglo XIX:


En la mitad del puente se puede observar el peculiar quiebro en su planta. Los contrafuertes laterales de la pila central se extienden hasta la línea de imposta, creando dos amplios apartaderos en la parte superior del tablero:


El arco de la margen derecha fue destruido en 1809 durante la Guerra de Independencia, siendo reconstruido en 1845. La cimbra del arco se hizo bajo la dirección del maestro de obras D. Manuel Ibáñez. En esta foto se puede ver la diferencia entre la sillería empleada en la reconstrucción, con una superficie más lisa que la original:


También podemos ver las gárgolas de drenaje y los pretiles añadidos en el siglo XIX, elementos que se reprodujeron posteriormente con cierta similitud en otras obras de la carretera:


También podemos ver con mayor perspectiva en esta foto los accesos al puente desde la margen derecha. En la parte superior de la antigua carretera se conservan unas tapias realizadas con piedra seca que probablemente sirvieron para delimitar la parcela donde su ubicaba la antigua casa del pontzago y posterior casilla de peones camineros, hoy desaparecida:


Y algo más hacia la izquierda, junto a la orilla podemos ver la escombrera que se creó con el material resultante de la excavación de los desmontes del acceso al puente:



Desde la orilla lo podemos ver con más detalle:


En el costado aguas abajo, y sobre la pila central podemos ver los escudos de la época del rey Carlos I de España y el de la ciudad de Plasencia, principal impulsora de su construcción en el siglo XVI:


En su momento existió además una inscripción en la que se indicaba que se construyó reinando la Majestad Cesárea del Señor Emperador Carlos V, a costa de la ciudad y tierra de Plasencia, el año 1552 por Pedro de Uría.



En el acceso al puente desde la margen izquierda podemos ver dos viejos trazados, el más antiguo es el correspondiente a la Cañada real del puerto de Miravete, situado hacia la derecha:



El de la izquierda se corresponde a un antiguo tramo abandonado de la N-V, presumiblemente desde las citadas actuaciones del programa REDIA, que conllevaron la mejora de los accesos al puente:



El tramo no tiene continuidad con el otro extremo de la carretera. Como obra singular destaca una alcantarilla con muros de sostenimiento muy altos, realizados con mampostería:


Más adelante llegamos al punto kilométrico 201, donde comenzaba la variante del embalse de Torrejón. A nuestra derecha se desvía el antiguo trazado inundado, por el que continuamos de aquí en adelante:






Cuando ocasionalmente baja la cota del embalse se descubre el antiguo trazado de la carretera en este punto, dejando a la vista algunos elementos interesantes:


En algunas zonas en donde el firme se ha ido erosionando nos deja un corte estratigráfico al natural de del firme de la antigua carretera, compuesto de macadam con riego asfáltico en la capa superficial:


Más adelante, fuera de la zona inundable podemos apreciar otros elementos, como el encintado exterior del firme, formado por grandes rigolas labradas en granito:



Aquí nos encontramos con uno de los puntos singulares de la carretera. Se trata del conocido como Lugar Nuevo de Romangordo.


Al pie de la vieja carretera nos encontramos con las ruinas de la antigua Venta de Lugar Nuevo, que también funcionó como parador y aparecía mencionada en las guías de postas del siglo XVIII. En la época de Campomanes existían tres edificaciones, todas ellas eran propiedad de D. Lorenzo Fernández Munilla. Durante la Guerra de Independencia se usaron como almacenes de artillería por el ejército francés:


Cerca de la misma existe otra edificación imponente pero con orígenes mucho más contemporáneos:


Se trata del antiguo restaurante Playa de Extremadura, construido en 1967 y regentado en su momento por D. Aurelio González Salas. Fue uno de los dos establecimientos que nacieron con la creación del embalse de Torrejón, ya que ofrecían además otras posibilidades de recreo en la zona:


Como vemos su deterioro ha sido importante en los últimos años:


Aquí volvemos a retomar de nuevo nuestro camino por el trazado variante de la N-V:


También se han hecho evidentes en los últimos años la actualización de la señalización vertical en el cruce de la carretera de Romangordo:



Inmediatamente después del cruce nos encontramos con el viaducto de Corrinches, construido por Hidroeléctrica Española como parte de las obras de reposición del trazado inundado de la N-V:



Se trata de una obra esbelta y de grandes dimensiones. Su estructura está formada por seis vanos compuestos por tramos rectos de cuatro vigas pretensadas con arriostramiento trasversal y apoyadas directamente sobre estribos y pilas, estas últimas compuestas por dos estructuras verticales gemelas con forma de "T" y arriostradas entre sí.



A su lado queda oculto el antiguo puente de Corrinches, que muy de tarde en tarde se deja ver cuando desciende la cota del embalse. Se trata de una obra con orígenes aparentemente muy primitivos, aunque en la década de 1860 tuvo que ensancharse para permitir el paso simultáneo de carruajes. Presumiblemente, en aquel entonces se le dispuso nuevos pretiles rematados con albardillas de granito en su parte central, además de malecones y guardarruedas en los estribos, que son los elementos que se llegan a apreciar cuando baja el nivel:



Más adelante volvemos a encontrarnos con el antiguo trazado de la N-V:


En el acceso nos encontramos con esta vieja señal de aviso de proximidad de carretera preferente con placa complementaria de distancia. Por su fecha de fabricación podemos deducir que fue instalada al poco tiempo de la construcción de las variantes de trazado de la N-V por el embalse de Torrejón:


Un poco más adelante nos encontramos con el yacimiento de la antigua ciudad árabe de Madinat Albalat, unos vestigios que constatan la importancia estratégica que tuvo este lugar en el pasado:



Y poco después, antes de despedirnos de este bonito tramo, pasamos por el vetusto puente de La Carrera, que al final no llegó a quedar sumergido:




También se trata de una obra con orígenes algo inciertos, aunque observando algunos de sus elementos es bastante posible que sufriese importantes modificaciones en el último tramo del siglo XVIII, con motivo de las obras del camino real.


Se trata de un puente de un solo vano, formado por un arco de medio punto con dovelas de granito, al que le acompañan unos largos muros de sostenimiento laterales realizados con mampostería. En su parte superior, está rematado con impostas de granito, pretiles y gárgolas de drenaje del mismo material.




El antiguo trazado vuelve a enlazar con el actual en las inmediaciones de esta antigua estación de servicios abandonada:


Se trata del antiguo restaurante-motel Moya, construido en 1971 y dirigido por la familia García Moya. Era uno de los establecimientos más completos que se encontraban en este tramo de la N-V.


Del complejo a día de hoy solo se conserva el cuerpo central del edificio y su piscina, situada en la parte inferior, y nada queda de la antigua gasolinera.


Fin de la segunda parte.


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