Introducción
Hay muchos casos en los que el desarrollo y evolución de la infraestructura viaria en un determinado corredor de transporte a lo largo del tiempo da lugar a la construcción de nuevos trazados o incluso redes de alta capacidad que acaban sustituyendo a los trazados hasta entonces existentes, que bien quedan abandonados cuando se encuentran desafectados del tráfico, o bien pierden su importancia al desintegrarse de la red principal, quedando en uso para tráfico local.
El caso en el que nos centramos en esta publicación es el de un antiguo tramo de la carretera N-IV (Madrid-Cádiz) en la provincia de Jaén, que fue sustituido hace medio siglo tras la construcción de una importante variante de trazado. Hoy día el viejo tramo constituye una vía más de las pertenecientes a la red de carreteras de las Diputaciones provinciales de Andalucía, y salvo que nos fijemos en determinados detalles, nada hace pensar que perteneciese en su momento a la popular "Carretera de Andalucía". Pese a todo siempre existen fuentes que nos permiten corroborar su origen, como pueden ser los mapas de la época y cartografía en general, guías de viaje, así como el valioso testimonio de personas que en algún momento fueron viajeros o usuarios de la carretera y que en su memoria posa algún recuerdo del mismo.
El trazado de la carretera de Andalucía entre Andújar y Villa
del Río en sus orígenes se desviaba ligeramente del curso del
Guadalquivir.
Guadalquivir.
Fuente: BNE. Planos particulares que por jornadas representan
a la larga la dirección y figura de la carretera de Andalucía
nuevamente abierta hasta Cádiz.
El conjunto de trazados viarios fruto de la evolución del corredor se resume en el siguiente gráfico:
Fuente: Google Earth.
Como se puede observar, en el momento de la construcción de la autovía, esta aprovechó en buena medida la calzada ya construida de la variante, ejecutando una nueva calzada paralela. Estos trazados distan mucho del original, ya que se desarrollan de manera próxima a las vegas del río Guadalquivir, atravesando un terreno llano sin grandes dificultades ortográficas, mientras que el antiguo se desarrolla lejos de los anteriores, lo que a diferencia de estos, permite un recorrido algo más corto pero con un trazado más complejo, especialmente marcado por las diferencias de nivel existentes entre la divisoria del Guadalquivir y el arroyo Salado de Arjona, lo que daba lugar a las conocidas como "cuestas del Salado".
De la variante a la autovía
El desarrollo y adaptación de los principales ejes de comunicación en nuestro país al tráfico moderno propiciaron a partir de la década de los 50 del siglo XX grandes cambios en los mismos, los cuales se materializaban en la construcción de nuevas obras, ensanches y variantes de trazado.
A mediados de la década de los 60 comenzarían a gestarse las obras de la que se conociese como “variante de Marmolejo”, comprendidas en el proyecto “variante entre los puntos kilométricos 328,574 y 347,474 de la CN-IV, de Madrid a Cádiz por Córdoba y Sevilla”. Tras la aprobación y puesta en marcha del Programa REDIA en febrero de 1967, en el conjunto de actuaciones relativas al itinerario Madrid-Cádiz se incluyó la terminación de las obras de la citada variante, que quedarían concluidas a principios de 1969, siendo de las primeras actuaciones puestas en servicio del itinerario, y ello implicó la supresión de unos 17 kilómetros del trazado original de la N-IV que pasarían a quedar integrados en la nueva carretera local J-205.
Casi dos décadas más tarde vino la construcción de la actual autovía, en este tramo bajo el proyecto “Duplicación de calzada. Autovía de Andalucía, CN-IV de Madrid a Cádiz, puntos kilométricos 326 al 347,540. Tramo: Andújar (oeste) - Villa del Río (este). Clave: 1-J-322”, cuyas obras se adjudicaron en julio de 1988 y se pusieron en servicio en diciembre de 1990 a excepción de un subtramo de 3 kilómetros afectado por la construcción de un paso superior sobre el trazado del ferrocarril Madrid-Córdoba, en las inmediaciones de San Julián, el cual quedaría concluido meses más tarde.
En el cruce de la carretera que conduce a Lopera encontramos una señal de dirección propia según el modelo introducido en la Orden Circular 8.1. -I.C., de la Dirección General de Carreteras y Caminos Vecinales (25 de julio de 1962) por la que aprobaba la nueva Colección de señales en vías públicas.
Más adelante encontramos el hito que marca el punto kilométrico 10 de la JV-2050, aunque en la parte inferior del cajetín se puede ver con claridad la referencia original, la cual alude al antiguo punto kilométrico 339 de la N-IV.
En algunas zonas parece que se conservan los paseos arbolados laterales característicos de las antiguas carreteras.
Cruzamos las vías del ferrocarril Madrid-Córdoba a través de un paso superior, el cual se encuentra señalizado por una pareja de carteles de situación colocados en su momento por el Ministerio de Obras Públicas.
De la variante a la autovía
El desarrollo y adaptación de los principales ejes de comunicación en nuestro país al tráfico moderno propiciaron a partir de la década de los 50 del siglo XX grandes cambios en los mismos, los cuales se materializaban en la construcción de nuevas obras, ensanches y variantes de trazado.
A mediados de la década de los 60 comenzarían a gestarse las obras de la que se conociese como “variante de Marmolejo”, comprendidas en el proyecto “variante entre los puntos kilométricos 328,574 y 347,474 de la CN-IV, de Madrid a Cádiz por Córdoba y Sevilla”. Tras la aprobación y puesta en marcha del Programa REDIA en febrero de 1967, en el conjunto de actuaciones relativas al itinerario Madrid-Cádiz se incluyó la terminación de las obras de la citada variante, que quedarían concluidas a principios de 1969, siendo de las primeras actuaciones puestas en servicio del itinerario, y ello implicó la supresión de unos 17 kilómetros del trazado original de la N-IV que pasarían a quedar integrados en la nueva carretera local J-205.
Casi dos décadas más tarde vino la construcción de la actual autovía, en este tramo bajo el proyecto “Duplicación de calzada. Autovía de Andalucía, CN-IV de Madrid a Cádiz, puntos kilométricos 326 al 347,540. Tramo: Andújar (oeste) - Villa del Río (este). Clave: 1-J-322”, cuyas obras se adjudicaron en julio de 1988 y se pusieron en servicio en diciembre de 1990 a excepción de un subtramo de 3 kilómetros afectado por la construcción de un paso superior sobre el trazado del ferrocarril Madrid-Córdoba, en las inmediaciones de San Julián, el cual quedaría concluido meses más tarde.
La autovía en su tramo Andújar-Villa del Río. La calzada izquierda
se corresponde a la de la variante construida en los años 60, incluso
al fondo se aprecia una curva suprimida que formó
parte del trazado de la variante.
Fuente: MOPTMA. Plan General de Carreteras. Balance. 1994.
La antigua carretera N-IV
El antiguo trazado de la N-IV convertido en la J-205 fue transferido desde el entonces Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo a la Junta de Andalucía en virtud del Real Decreto 951/1984, de 28 de marzo, quedando a su vez traspasado a la Diputación Provincial de Jaén bajo la clave “JV-2050” e incluyéndose en la "red provincial de vías de interés agrario" a cargo de la citada Diputación.
En 2006 la propia Consejería de Obras Públicas y Transportes de la Junta de Andalucía se encargó de llevar a cabo obras de refuerzo del firme en la carretera, por lo que los vestigios de los antiguos pavimentos que pudieron existir en este tramo son escasos, como veremos en el reportaje que presentamos a continuación.
El punto de inicio de nuestro reportaje tiene lugar en la salida número 346 de la A-4, que nos desvía por el trazado antiguo de la N-IV. En las inmediaciones del enlace se encuentra una pareja de carteles de preseñalización de direcciones cuyo diseño se rige por las especificaciones introducidas en la Nota de Servicio del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo del 27 de octubre de 1988 por la que se concretaban cambios en la señalización característica de las autovías que permanecerían vigentes hasta 1992, los más relevantes, el empleo de caracteres, símbolos y orlas de color azul sobre fondo blanco:
Esta señalización fue instalada a finales de 1990, coincidiendo con la puesta en servicio del tramo de la autovía de Andalucía mencionado anteriormente.
Continuando por el antiguo trazado pronto nos encontraremos con los primeros vestigios de interés, y los más abundantes del tramo: los hitos kilométricos según el modelo de la Instrucción de Carreteras de 1939, con bastantes parches y pintados de una manera poco ortodoxa:
Conservan varias referencias que aluden a la antigua clave asignada por el MOP y sobre esta, a la de la Diputación de Jaén, pero ninguna a la N-IV, aunque como veremos más adelante, en algunos ejemplares si que se encuentran referencias a esta última.
El punto de inicio de nuestro reportaje tiene lugar en la salida número 346 de la A-4, que nos desvía por el trazado antiguo de la N-IV. En las inmediaciones del enlace se encuentra una pareja de carteles de preseñalización de direcciones cuyo diseño se rige por las especificaciones introducidas en la Nota de Servicio del Ministerio de Obras Públicas y Urbanismo del 27 de octubre de 1988 por la que se concretaban cambios en la señalización característica de las autovías que permanecerían vigentes hasta 1992, los más relevantes, el empleo de caracteres, símbolos y orlas de color azul sobre fondo blanco:
Fuente: propia.
Esta señalización fue instalada a finales de 1990, coincidiendo con la puesta en servicio del tramo de la autovía de Andalucía mencionado anteriormente.
Continuando por el antiguo trazado pronto nos encontraremos con los primeros vestigios de interés, y los más abundantes del tramo: los hitos kilométricos según el modelo de la Instrucción de Carreteras de 1939, con bastantes parches y pintados de una manera poco ortodoxa:
Fuente: propia.
Conservan varias referencias que aluden a la antigua clave asignada por el MOP y sobre esta, a la de la Diputación de Jaén, pero ninguna a la N-IV, aunque como veremos más adelante, en algunos ejemplares si que se encuentran referencias a esta última.
Fuente: propia.
En el cruce de la carretera que conduce a Lopera encontramos una señal de dirección propia según el modelo introducido en la Orden Circular 8.1. -I.C., de la Dirección General de Carreteras y Caminos Vecinales (25 de julio de 1962) por la que aprobaba la nueva Colección de señales en vías públicas.
Fuente: propia.
En el cajetín superior se llega a apreciar la clave original de la carretera nacional:
Fuente: propia.
Más adelante encontramos el hito que marca el punto kilométrico 10 de la JV-2050, aunque en la parte inferior del cajetín se puede ver con claridad la referencia original, la cual alude al antiguo punto kilométrico 339 de la N-IV.
Fuente: propia.
La calzada de la carretera cuenta con una anchura de entre 6 y 7 metros. En este pequeño tramo podemos encontrar restos de vallas de contención según el modelo prescrito en la Instrucción de Carreteras de 1939, pero tan solo se conservan los postes de hormigón armado pintados en tiempos recientes de color blanco.
Fuente: propia.
En algunas zonas parece que se conservan los paseos arbolados laterales característicos de las antiguas carreteras.
Fuente: propia.
Cruzamos las vías del ferrocarril Madrid-Córdoba a través de un paso superior, el cual se encuentra señalizado por una pareja de carteles de situación colocados en su momento por el Ministerio de Obras Públicas.
Fuente: propia.
Sobre el arroyo Salado encontramos una obra algo inusual, aunque la vegetación del lugar no nos permite observarla en su plenitud. La anchura del tablero, sus elementos de contención y su disposición oblicua sobre el cauce del arroyo nos hace pensar que es una obra realizada en tiempos del Circuito Nacional de Firmes Especiales o quizás en tiempos no muy posteriores.
Fuente: propia.
Tras cruzar el arroyo comienza una zona de fuertes pendientes, cuyo nombre es el que viene a encabezar el título de la publicación.
Fuente: propia.
Pocos restos quedan ya del firme de hormigón con el que fue dotado este tramo en tiempos del Circuito Nacional de Firmes Especiales. En el extremo de la calzada parece atisbarse algo:
Fuente: propia.
También se conservan restos de postes de vallas muy deteriorados:
Fuente: propia.
Hasta aquí alcanza nuestra visita a este tramo.
Fuente: propia.
Enlaces de interés
Jacobo Hernández Torrado
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