La N-VI entre Los Nogales / As Nogais y Becerreá (Lugo). Segunda parte

Enlace a la primera parte



Recorriendo la antigua carretera


Tal y como adelantamos en la primera parte, tras haber desarrollado los aspectos históricos más relevantes que circunscribían a la carretera de Madrid a La Coruña en el tramo estudiado, esta segunda parte está centrada en un reportaje fotográfico del mismo, recorriendo el trazado más antiguo de la carretera.

Con un lapso de más de dos siglos, desde que el trazado original fuese proyectado por Carlos Lemaur hasta que fuese superado por la nueva variante de la carretera N-VI, con todas las reformas y adaptaciones realizadas durante ese periodo, vamos a tratar de centrarnos en todos aquellos elementos patrimoniales de interés que aún conserva la vieja carretera.

Partimos desde el cruce de Becerreá y nos dirigimos hacia la parroquia de Cruzul. La carretera va descendiendo ligeramente hasta alcanzar el estrecho valle del río homónimo, ajustándose todo lo posible al terreno por el que discurre y describiendo numerosas curvas.

Fuente: propia.

Ya en la parroquia de Cruzul, podemos encontrar algunas señales verticales de la década de 1960, cuyos modelos y diseños se corresponden a los descritos en la Orden Cicular 8.1. IC de la Dirección General de Carreteras y Caminos Vecinales (Ministerio de Obras Públicas) en 1962.


Fuente: propia.

Durante la realización del reportaje transitó por la carretera una yunta de burros, que sin duda fue un atractivo más del lugar. Agradecemos al dueño, ya que con su permiso se pudieron tomar unas fotografías bastante pintorescas.

Fuente: propia.

Un poco más adelante nos encontramos con el puente o viaducto de Cruzul, que es sin duda la obra más espectacular que se puede encontrar en el tramo.

Fuente: propia.

Tiene una altura aproximada de 30 metros y su estructura, realizada en mampostería y sillería, la componen tres arcos de medio punto. Su tablero alcanza los 7 metros de anchura, una dimensión bastante considerable comparada con la del resto de puentes proyectados en aquel momento para la misma carretera, que por lo general solo alcanzaban los 5 metros en el mejor de los casos.

Fuente: propia.

Una centena de metros aguas abajo se encuentra la obra sucesoria: el viaducto de Cruzul, correspondiente a la variante Los Nogales - Becerreá. Curiosamente, el nuevo puente se terminó justamente un año antes de entrar en servicio la nueva carretera, es decir, en 1987.

Fuente: propia.

Como se puede observar en el antiguo puente se cuidaron mucho los aspectos estéticos de sus elementos. Los pretiles van rematados con albardillas de sillería biseladas y conserva una serie de columnas ornamentales en los extremos y otra en la parte central, las cuales guardan bastante similitud a los postes leguarios que en su momento había repartidos a lo largo del camino real.

Fuente: propia.

Seguimos avanzando, y unas centenas de metros más adelante nos encontramos con un hito kilométrico del modelo propuesto en la Instrucción de Carreteras de 1939:

Fuente: propia.

En el momento de la visita, este ejemplar y los siguientes que se encuentran en el tramo habían sido limpiados para proceder posteriormente a su pintado. Actualmente lucen con una nueva capa de pintura pero las alusiones a los puntos kilométricos que señalizaban han sido suprimidas.

Fuente: propia.

Otro detalle interesante que se puede observar en el tramo de carretera es la variedad de elementos de contención antiguos que se conservan todavía. Dejando el hito atrás, en una zona de importantes desniveles próximos a la plataforma de la carretera, ésta va dotada de una hilada de malecones aparentemente realizados en hormigón en masa, por lo que su origen se puede situar en la primera mitad del siglo XX.

Fuente: propia.

También subsisten algunos ejemplares de estas curiosas barreras de contención metálicas, antecesoras directas de las actuales biondas. Su normalización y origen resultan inciertos, si bien se conoce que los primeros ejemplares de este tipo de elemento parece que fueron instalados en España a principios de la década de los 60:

Fuente: propia.

Más adelante la antigua carretera enlaza con la nueva justamente en la boca del túnel de La Porteliña:

Fuente: propia.

Pero unos metros más adelante se bifurca la carretera nueva de la antigua, sirviendo esta última de acceso a las parroquias de Horta y Agüeira.

Fuente: propia.

Estas señales de entrada y fin de poblado fueron fabricadas en 1986 y en su momento cumplían con los estándares del catálogo de señales presentado por la Dirección General de Carreteras un año antes. Además, la señal de fin de poblado (con banda diagonal roja longitudinal) fue introducida en el Código de Circulación en el año 1981.

Fuente: propia.

Fuente: propia.

Fuente: propia.

En buena parte del tramo la carretera discurre a media ladera y su plataforma se encuentra elevada sobre el terreno en algunas zonas mediante muros de contención de mampostería.

Fuente: propia.

Probablemente los elementos de contención más antiguos que presenta la carretera son estos pretiles lisos de mampostería:

Fuente: propia.

Y finalmente llegamos a Agüeira, donde termina nuestra visita y reportaje:


Fuente: propia.

Como colofón, en la misma parroquia se encuentra un ejemplar de hito miriamétrico de origen decimonónico, que en el momento de la realización del reportaje (2017) había sido recientemente recuperado y puesto en valor por el Ayuntamiento de Becerreá, siendo incluido previamente en el Catálogo do Patrimonio Cultural de Galicia gracias a la intervención de un buen aficionado.


Fuente: propia.


Fin de la segunda parte.

Jacobo Hernández Torrado.

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